Ingolstadt se enfrenta a una prueba financiera: ¡se necesitan 80 millones de euros de ahorro!
Ingolstadt se enfrenta a una grave crisis financiera: el alcalde Scharpf informa sobre ahorros y medidas presupuestarias.

Ingolstadt se enfrenta a una prueba financiera: ¡se necesitan 80 millones de euros de ahorro!
En Ingolstadt las señales apuntan a una tormenta y no surge de la nada. Hoy, el alcalde Michael Kern y el responsable de finanzas Franz Fleckinger convocaron una conferencia de prensa en la que describieron la situación financiera de la ciudad como crítica. La situación se ha vuelto tan grave que la ciudad tendrá que aspirar a ahorrar entre 60 y 80 millones de euros para el próximo año 2026 para poder llegar a fin de mes. Como resultado, Ingolstadt no puede elaborar un presupuesto aceptable, lo que hace que la ciudad dependa del gobierno de la Alta Baviera, una situación que nunca ha ocurrido en la historia de Ingolstadt. Según Donaukurier, se trata de un paso sin precedentes para la ciudad.
El problema no es nuevo, sino que es el resultado de una caída masiva de los ingresos, especialmente en el impuesto comercial, que depende en gran medida de Audi. A pesar de la buena situación económica de la empresa, la ciudad se enfrenta a una disminución de los ingresos, lo que lleva a medidas inmediatas de reducción de costes. El alcalde Christian Scharpf (SPD) ya ha iniciado una congelación presupuestaria y ha iniciado un amplio paquete de medidas por valor de más de 100 millones de euros para lograr los ahorros necesarios. Esto implicará restricciones a los servicios del gobierno de la ciudad y posiblemente la introducción de nuevas tarifas. [BR].
Perspectivas mixtas
A pesar de las sombrías previsiones financieras, Scharpf sigue siendo optimista y cuenta con una transformación positiva de la industria del automóvil. "Las discusiones sobre el futuro de Audi y los desafíos que enfrenta la industria son sólo el comienzo", explica. Ingolstadt tiene reservas de más de 190 millones de euros, pero no está claro durante cuánto tiempo estas reservas podrán cubrir las inversiones necesarias en escuelas y guarderías y, al mismo tiempo, tener que incurrir en deudas.
La situación no sólo plantea desafíos a la administración de la ciudad, sino que también afecta directamente a los ciudadanos. Las desgravaciones fiscales para empresas y particulares ya tienen un impacto negativo en los presupuestos municipales y el deterioro de la situación financiera de los municipios bávaros representa una grave amenaza. Por ello, Scharpf pide una mejor financiación de los municipios por parte del gobierno federal y estatal, especialmente para garantizar recursos educativos.
¿Juntos hacia el futuro?
Los acontecimientos en Ingolstadt son una señal preocupante, no sólo para la propia ciudad, sino para toda la región. En vista de esta, la peor crisis financiera en décadas, queda por ver cómo funcionarán las medidas de la ciudad y si sus ciudadanos podrán soportar las cargas en los próximos años. La situación requiere buena mano para salir de la crisis.