Fiesta caótica en Icking: ¡un invitado no invitado provoca disturbios!
Un joven de 18 años se rebeló en una fiesta de cumpleaños en Icking, lo que provocó la intervención policial y podría tener consecuencias legales.

Fiesta caótica en Icking: ¡un invitado no invitado provoca disturbios!
Un invitado no invitado causa revuelo en la fiesta de cumpleaños
El sábado pasado, en una velada brillante en Icking, una fiesta de feliz cumpleaños se convirtió en un caos tumultuoso. Un joven de 18 años de Münsingen se presentó en la sede del club sin invitación y causó revuelo entre los celebrantes. Según el periódico Süddeutsche Zeitung, el incidente se produjo alrededor de las 21:30 horas. Cuando el invitado a la fiesta, al principio imperturbable, empezó a arrojar botellas de vidrio por la barandilla del balcón. Afortunadamente nadie resultó herido, pero la situación rápidamente se agravó cuando el anfitrión le pidió al alborotador que abandonara el lugar.
¿Qué hacer si hay alteraciones del orden público?
Se llamó a la policía para aclarar la situación. En esos momentos a menudo surge la pregunta de cómo exactamente se les permite actuar a las autoridades. Según Mingers Law, no sólo pueden disolver fiestas y desalojar a los invitados, sino también confiscar los equipos de música si se perturba el sueño nocturno. En Alemania, los tiempos de descanso nocturno están regulados de forma diferente según el estado federado. Esto y más explica por qué los invitados en Icking tal vez hicieron demasiado ruido.
El alborotador no quedó contento con la intervención policial: expresó su descontento con insultos, amenazas e incluso intentó orinar contra los agentes. Comportamiento que ciertamente no fue bien recibido y finalmente condujo a su arresto. Un escupitajo en la pierna de un policía le quitó el último vestigio de decoro a todo el asunto. Al final, el joven de 18 años fue llevado al suelo, esposado y pasó la noche en una celda de detención.
Consecuencias legales para los alborotadores
Estas situaciones no sólo pueden resultar desagradables para los implicados, sino que también pueden dar lugar a complicaciones legales. Debido a los disturbios, en muchos casos el responsable debe hacerse cargo de los costes de la operación policial. La Typothek señala que en Alemania las operaciones policiales se financian generalmente con ingresos fiscales, pero en determinadas circunstancias también pueden surgir costes para los responsables. En caso de disturbios repetidos, las sumas pueden ser vertiginosas: en Baviera, la tarifa básica para las operaciones policiales en caso de disturbios es de 75 euros.
Si el municipio o la oficina de orden público pueden cubrir los costes y en qué medida depende en gran medida de cada caso individual. El hecho es que medidas preventivas como la comunicación directa con los vecinos y una cuidadosa planificación de las celebraciones pueden ayudar a evitar este tipo de incidentes. Al fin y al cabo, tener buena mano a la hora de celebrar es la mejor forma de evitar molestar innecesariamente a los vecinos.