Alarma de alergia en Coburg: ¡Los casos de fiebre del heno aumentan rápidamente!
En Coburg, el aumento de las alergias, especialmente al polen de gramíneas, preocupa a los ciudadanos y aumenta la medicación.

Alarma de alergia en Coburg: ¡Los casos de fiebre del heno aumentan rápidamente!
En Coburg el aire es más difícil de respirar. Cada vez más personas sufren síntomas de alergia, especialmente fiebre del heno. Según un informe del NP Coburg, el número de afectados en la región ha aumentado hasta un 20 por ciento en los últimos años. Este desarrollo es particularmente evidente en el polen de gramíneas. Los síntomas se manifiestan con ojos llorosos y enrojecidos, estornudos, congestión nasal e incluso tos y dificultad para respirar.
El médico de familia Ullrich Zuber confirma que en su consulta atienden cada vez más pacientes con los síntomas correspondientes. Es de esperar que otros médicos de la región también tengan experiencias similares. Cada vez hay más necesidad de medicamentos antialérgicos en las farmacias, tanto con receta como para automedicación. Estos medicamentos son una ayuda esencial para muchos enfermos.
Centrarse en las opciones de tratamiento
Hay varios medicamentos disponibles para tratar la fiebre del heno. Los antihistamínicos, que alivian los síntomas agudos, desempeñan un papel central. Estos medicamentos actúan impidiendo que la histamina se una a los receptores H1 de las membranas mucosas. Entre sus representantes más conocidos se encuentran la cetirizina, la loratadina, la azelastina y la ebastina. Para que sean efectivos, los antihistamínicos deben tomarse durante la temporada de polen, como explica el sitio web Allergy Compact.
Además, existen estabilizadores de mastocitos que tienen un efecto más preventivo y sirven para evitar la liberación de histamina de los mastocitos. Debes empezar a tomarlo de 3 a 4 semanas antes de la temporada de polen para brindar una protección óptima.
Causas y factores de riesgo.
Las causas de alergias como la fiebre del heno son complejas. Cualquiera puede desarrollar rinitis alérgica, aunque el riesgo aumenta si ambos padres están afectados. Un estudio del Centro Max Delbrück muestra que la fiebre del heno a menudo se hereda junto con el asma y el eczema alérgico. El microbioma también influye; Una gran diversidad de bacterias en la mucosa intestinal puede reducir el riesgo de alergias.
También se analiza cómo los factores psicológicos, como el trastorno de ansiedad generalizada, se relacionan con las alergias. El tipo de parto también puede influir: los niños nacidos por cesárea tienen un mayor riesgo de desarrollar alergias. Estudios contradictorios sobre la lactancia materna muestran que, si bien puede considerarse protectora, no necesariamente previene las alergias.
Otro aspecto interesante es el entorno en el que crecen los niños. Según Quarks, afrontar los alérgenos suele ser mejor que evitarlos. Los niños criados en granjas tienen menos probabilidades de desarrollar alergias, mientras que la contaminación del aire y el humo del cigarrillo aumentan el riesgo. En zonas contaminadas por óxidos de nitrógeno y polvo fino, la gente tiene más probabilidades de sufrir fiebre del heno.
El creciente número de personas alérgicas en Coburgo es una señal de alerta. Corresponde a la sociedad concienciar sobre esta cuestión y proporcionar a los afectados la información y los recursos necesarios. Fiel al lema: “¡Algo está pasando!”